Colombia: COSIENDO COLCHAS – mujeres de Colombia trabajan para prevenir la violencia de género

Mujeres enrutadas y más empoderadas’ es un proyecto que trabaja
con mujeres víctimas del conflicto para que sanen cosiendo y
tengan una fuente de sustento económico.

En el campo uno no sabe qué es eso de género”, cuenta Melfi Rojas, al tiempo que desliza suavemente
la tela mientras la máquina da las últimas puntadas a las sábanas que confecciona, y nos
continúa narrando como el constante hostigamiento de los paramilitares y el asesinato de su hermano
e hijo la obligaron a abandonar su hogar. En los últimos años la lucha por la igualdad
de género en Colombia ha tenido importantes avances, sin embargo, la brecha entre hombres
y mujeres sigue siendo muy marcada y existen varios desafíos que debe enfrentar el gobierno,
entre ellos: la violencia de género. Según el informe sobre Violencias Basadas
en Género, presentado en 2018 por la Defensoría del Pueblo, este reto está relacionado con
el hecho de que las diferentes formas de violencia contra la mujer, en las que se incluyen la psicológica,
sexual, física, económica se encuentran naturalizadas en la sociedad colombiana.
Aunque se han creado leyes para promover la igualdad entre hombres y mujeres con el fin
de garantizar los derechos de estas últimas, la falta de reconocimiento y de conciencia para
denunciar ha hecho que esta problemática no cese. A pesar de que el año pasado las cifras
disminuyeron, estas no dejan de ser alarmantes, en el 2018 se registraron cerca de 3.000

de estos casos, es decir, casi 8 por día, según el informe de la Facultad de Derecho de la Universidad
Libre. El 85% de las denuncias que recibe el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses
(INMLCF) provienen de mujeres que han sido maltratadas por su pareja o expareja. Casi en el
mismo porcentaje se encuentran las denuncias por delito sexual y violencia intrafamiliar.
El conflicto armado que por largos años vivió Colombia también provocó una fuerte vulneración
de los derechos de las mujeres, no solo en actos de amenazas, asesinatos, abuso sexual,
hostigamientos, etc., también en el desplazamiento forzado que dejo a más de 4 millones de
mujeres desplazadas, que es casi la mitad del total de refugiados internos.

La mujer, pilar fundamental para la construcción de paz
La firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC), abrió la posibilidad para que muchos de los desplazad*s intern*s tengan la
posibilidad de volver a sus lugares de origen. Para incentivar el desarrollo económico en las regiones
afectadas por el conflicto el gobierno desarrolla programas de financiamiento para proyectos que generen empleos e impulsen el crecimiento de microempresas.

Para apoyar al gobierno colombiano a implementar sus programas, el proyecto Prointcame, por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) apoya en las regiones de Meta y Caquetá a asociaciones de productores y productoras para potenciar el aumento de sus ingresos y la creación de nuevos empleos.
El departamento del Caquetá es uno de los territorios que, en parte por la incidencia del conflicto armado, presenta alarmantes estadísticas de violencia contra la mujer. Entre 2016 y 2017 se han reportado cerca de 290 casos de violencia sexual en niñas y adolescentes y más de 830 denuncias por casos de violencia intrafamiliar.
Para el mes de noviembre de 2018, se habían presentado en Caquetá 8 nuevos casos de feminicidios, lo que hizo reaccionar a las autoridades, organizaciones internacionales y de la sociedad civil en trabajar para promover estrategias y campañas en favor de la prevención de las violencias basadas en género.
Con el fin de concientizar a la población del Caquetá acerca esta problemática, Prointcame se ha unido con la Asociación Sueños del Mañana, Asudelma, para poner en marcha una estrategia para prevenir de la violencia contra la mujer desde la perspectiva del empoderamiento económico.

 

Mujeres contra la violencia y dependencia
Melfi Rojas hace parte de la Asociación Asudelma, la cual está conformada por 16 mujeres cabeza de hogar, en su mayoría víctimas del conflicto armado, y quienes hace años decidieron apostarle al emprendimiento, para alcanzar una vida digna y mejorar las condiciones de vida de sus asociadas.
Desde el 2009, estas mujeres se dedican a la confección y comercialización de sábanas hechas 100% de algodón, inspiradas en la biodiversidad de la Amazonia colombiana. También, tienen la línea de sábanas ecológicas que son elaboradas con los retazos de tela que sobran de su otra línea de producción.
El trabajo de esta Asociación va mucho más allá de la confección, también se dedican a la promoción y defensa de los derechos de la mujer, “las mujeres que no están en las organizaciones no conocen las rutas de atención, por eso se ha incrementado las violencias basadas en género” asegura Mariela Álvarez, representante legal de Asudelma.
A partir del trabajo conjunto que se realiza con Asudelma, se llevan a cabo talleres denominados “Mujeres enrutadas y más empoderadas, No más violencia, No más dependencia”, en el que hombres y mujeres, que son atendidos por Prointcame son capacitados en la necesidad de erradicar las violencias de género, se promueve el reconocimiento de la autonomía física, se empoderan a las mujeres a emprender sus negocios, esto como una forma de prevenir la violencia económica y se acercan a los hombres a las prácticas de nuevas masculinidades para el derribamiento de estereotipos de género.
En los talleres, con ayuda de una cartilla, juegos lúdicos y representaciones teatrales se afianzan los conceptos más importantes de manera magistral, en las que se precisan los mecanismos de prevención, atención y justicia que amparan a las mujeres. Todo esto se realiza con el acompañamiento de psicólogos de la institucionalidad en donde también se insta a l*s participantes a construir ejercicios de memoria para la reflexión, compartiendo historias de vida que al final son plasmadas en una colcha de retazos que ell*s mism*s confeccionan.

Contando historias cosiendo
Para las integrantes de Asudelma, la colcha de retazos es un símbolo de como su oficio les permitió, además de generar ingresos y empoderarse económicamente, compartir sus historias con otras mujeres y demostrarles que si es posible ser económica y socialmente autónomas.
Con la realización de estos talleres reflexivos se buscan 4 puntos importantes, primero: promover la participación del grupo en la discusión y análisis de las diferentes temáticas y problemáticas. Segundo, desarrollar mecanismos que ayuden a la libre expresión de ideas y opiniones. Tercero, elevar los niveles de conciencia frente a la realidad y a la problemática vivida. Por último, despertar interés por la solución del problema a nivel colectivo. “La idea es que contando se alivia el corazón y lo que buscamos es que eso sea un recuerdo más y no una historia que está marcada por ellas, hay mujeres que les han matado los esposos e hijos, son historias difíciles de olvidar, pero lo están contando y eso se vuelve un ejemplo de vida” afirma Mariela, representante de Asudelma.
Con esta estrategia se busca en un corto plazo que las mujeres se auto reconozcan como un sujeto activo de derechos y así mismo se sientan capaz de exigir el respeto de estos. Además, generar una conciencia de cambio en la cual los hombres admitan las disparidades con las mujeres y con pequeñas acciones al interior de las tareas del hogar empiecen a erradicar estas situaciones. Por último, se quiere lograr la participación de las mujeres en las actividades económicas generadoras de ingresos para el hogar de manera justa y equitativa.
A largo plazo se espera que disminuyan las cifras de violencia contra la mujer, se puedan tejer redes de apoyo entre ellas para la prevención y superación de violencias basadas en género, que exista una mayor participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones, además de fortalecer las capacidades de los actores locales con el fin de dar sostenibilidad a la estrategia.

¿Por qué trabajamos articuladamente?:
“La igualdad de género es un derecho humano fundamental. Promover la igualdad de género es esencial en todos los ámbitos de una sociedad sana: desde la reducción de la pobreza hasta la promoción de la salud, la educación, la protección y el bienestar de las niñas y los niños”, afirma la Organización de las Naciones Unidas.
Con el ánimo de lograr una mayor eficacia en el camino hacia la equidad de género y la necesidad que robustecer la estrategia para prevenir de la violencia contra la mujer, llegar a más personas del área urbana y hacer presencia en la zona rural; se vio la importancia de tomar en cuenta los avances y dificultades de iniciativas estatales, organizaciones locales de base y organizaciones internacionales para construir un mensaje más integral, intercambiar y fortalecer los conocimientos, además de consolidar el entramado instituicional.
Gracias a las lecciones aprendidas que se conocieron del trabajo de otras instituciones, de acuerdo a los objetivos comunes de cada uno de los organismos, además de trabajar con Asudelma, se conformó un equipo de trabajo que apoyan los encuentros de género y nuevas masculinidades que se realizan.
Este equipo está conformado por: La Defensoría del Pueblo, la Oficina de Género y Diversidad Sexual de la Universidad de la Amazonia, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y el Programa de Mujer y Equidad de Género de la Gobernación del Caquetá.
En la cooperación que se lleva a cabo con estas organizaciones se resalta la necesidad de atender a las poblaciones más vulnerables, la complementariedad técnica e interdisciplinaria respetando el mandato de cada una de las instituciones que hacen parte del equipo. Sobre todo, se enfatiza el objetivo en común de la construcción de paz y equidad de género, además del compromiso individual para construir un mejor país.

Mujeres empoderadas económicamente
Los resultados del proyecto Prointcame están orientados a aportar en el cumplimiento de la agenda 2030, a través del empoderamiento de la mujer y la equidad de género para un desarrollo económico más inclusivo y sostenible.
En línea con el objetivo de Prointcame: mejorar los ingresos de la población víctima y de comunidades de acogida, se había determinado que el 30% debían ser mujeres, sin embargo, ante la necesidad de promover la igualdad entre hombres y mujeres, este indicador se subió al 50% de participación femenina.
En el proyecto también se han enfocado otros indicadores para lograr el empoderamiento económico de la mujer: mejorar las oportunidades laborales con el fortalecimiento de las habilidades blandas (liderazgo, trabajo en equipo, comunicación, etc.) y técnicas, número de personas que aplican nuevos conocimientos en una actividad productiva nueva o mejorada de generación de ingresos donde mínimo el 50% son mujeres. El indicador para la disminución de la brecha de ingresos entre hombres y mujeres esta en un 15%.
Dentro del sistema de monitoreo y evaluación se ha asignado un peso a cada indicador o resultado de acuerdo con los componentes del proyecto, donde los indicadores del resultado de generación de ingresos y empleo se les ha asignado 40% y 30% respectivamente, siendo estos los resultados en los que se integran los indicadores ya mencionados.

Mujer transformadora
y defensora de los derechos humanos
La Gobernación del Caquetá, quien ha sido contraparte activa, receptiva y comprometida en la implementación de los diferentes procesos de inclusión productiva y social realizados en el territorio, creó en el año 2018 el galardón “Mujer transformadora y defensora de los derechos humanos” con el fin de reconocer el aporte que personas, instituciones y organizaciones de la sociedad civil realizan en el departamento en pro de la defensa de los derechos de la mujer y la equidad de género.
En octubre de este año, se llevo a cabo la segunda versión de este premio en el cual la Cooperación Alemana GIZ, a través del programa Prointcame, fue reconocida por haber fortalecido la capacidad de respuesta institucional del programa de mujer y equidad de género contribuyendo a la implementación de la política pública “desde, con y para la mujeres del Caquetá 2017-2027”, y al empoderamiento con un enfoque centrado en el equilibrio social, fomentando el desarrollo económico de las mujeres.
El reconocimiento recibido nos insta a continuar trabajando por la equidad de género como una práctica sistemática que se debe involucrar en toda actuación profesional y asumida dentro de nuestro estilo de vida en lo personal.
El trabajar en pro de la equidad de género también nos ha permitido encontrar mujeres como Melfi y Mariela quienes al preguntarle a ambas que han aprendido en todo este proceso, es indudable su respuesta: “Antes éramos mujeres tímidas, pero ahora ya no nos da miedo hablarle a la gente”.